Por si lo has olvidado, ECO quiere recordártelo: el océano, que cubre el 70% de la superficie de nuestro planeta, impulsa los sistemas meteorológicos globales y el clima, y es el mayor almacén de carbono biológico del mundo a largo plazo. Absorbe entre el 20% y el 30% de las emisiones mundiales y más del 90% del calor producido por el hombre. Sin él nos estaríamos cocinando. Pero el océano no es sólo un salvador del clima, también es una víctima del clima: las especies y los ecosistemas marinos están sufriendo el aumento de la temperatura del agua provocado por el cambio climático y la acidificación del océano. Los ecosistemas de los arrecifes de coral, que albergan alrededor del 30% de la biodiversidad de los océanos, son uno de los primeros ecosistemas mundiales que corren el riesgo de desaparecer. Se enfrentan a una pérdida de entre el 70% y el 90% con un aumento de la temperatura global de 1,5ºC.
A ECO le sorprende que, a pesar de su enorme contribución a la vida y a la regulación del clima en el planeta, el océano siga siendo considerado un elemento secundario de las negociaciones sobre el clima. La «COP Azul» en Madrid en 2019 fue un primer paso para cambiar eso, lo que dio lugar a que el SBSTA celebrara un Diálogo sobre el Océano y el Cambio Climático, el primero de su tipo, en 2020.
Ahora, en la COP26, es el momento de convertir este intercambio inicial en un diálogo anual que mejore la coordinación de los debates relacionados con los océanos que ya se están celebrando en el marco de la CMNUCC, por ejemplo, en el marco del Programa de Trabajo de Nairobi o de la Asociación de Marrakech para la Acción Climática Mundial, y de incorporar los océanos en mayor medida a las negociaciones sobre el clima. Ese diálogo debería definir medidas concretas de adaptación, mitigación y resiliencia basadas en los océanos, y ayudar a los países y a las comunidades marinas y costeras a aplicar esas medidas y hacerlas valer como contribuciones a la Convención.
Los océanos deben estar bien reflejados en las preguntas orientadoras y las fuentes de aportación del Balance Global. ECO cree que es hora de empezar a contabilizar todo el carbono azul, desde las marismas costeras hasta las profundidades marinas, acelerando la descarbonización de todo el transporte marítimo, la pesca y otras industrias marinas, y garantizando una transición justa hacia una gestión sostenible de los océanos mundiales basada en los ecosistemas y la protección de al menos el 30% para 2030, a fin de obtener resultados para el clima, la biodiversidad y las personas. Y es necesario explicar que el océano es parte de la solución para limitar y adaptarse a 1,5°C de calentamiento global.
El lanzamiento de las Declaraciones «Ocean for Climate» y «Because the Ocean» para la COP26 es un buen comienzo para poner de relieve las múltiples oportunidades que tienen las Partes de maximizar el potencial del océano para contribuir a estabilizar el clima y mejorar la adaptación efectiva. Aprovechemos esto y hagamos que la COP26 declare que la acción oceánica es una acción climática. Más información hoy en el Día de los Océanos en la COP26.